Entre todas las propuestas que nos ha traído la plataforma de streaming, Netflix, una de las que más ha gustado, y que por cierto, hace muy poco tiempo fue lanzada, ha sido el filme Pienso en el final del cual te hablaremos un poco hoy.

Como acostumbramos a ver de los filmes de Charlie Kaufman, Pienso en el final, no es una más del montón, y es que si bien Kaufman acostumbra a entregar películas para entender con lógica, esta vez, es tiempo de entenderla con los sentimientos.

Kaufman tiene a sus espaldas una serie de personajes intentado escapar de lo que sea, fracasos, recuerdos, hermanos ficticios o incluso de su misma vida, siempre presenta personajes un tanto frustrados e insatisfechos, y Pienso ene l final tiene un poco de eso pero con otra perspectiva.

Pienso en el final, una serie que te ayudará a pasar tu fin de semana hipnotizado

Este filme ha llegado con una perspectiva un tanto extraña, como todo lo que hace Kaufman pero como es común, trae consigo una historia para dar pie a todo el desenlace de la película y la trama de Pienso en el final está bastante interesante.

Pienso en el final, relata la vida de una pareja conformada por Jessie Buckley y Jess Plemons quienes van de visita a la granja donde viven los padres del chico y donde el creció, hasta aquí todo nos pareció bastante normal.

Ya que hablamos un poco acerca de él, está luego ella, una mujer joven, sin nombre definido y es que puede ser Lucy, Louisa, Lucia o Amy quien es estudiante, académica, pintor, poeta, una mujer artística.

Ahora que asomamos los diferentes nombres de la chica joven, quizá te has confundido un poco pero ¿Qué se puede esperar de un filme de Kaufman? No es para nada fácil de entender, aunque la mujer de Pienso en el final parece un personaje estable.

Al ser una artista, Jessie Buckley quien interpreta a la chica joven de la película, aquella con diferentes nombres, ella muestra paisajes tristes a los padres de su novio y les hace preguntas acerca de esto, algunas de ellas bastante profundas y confusas que como espectadores nos han dejado pensando bastante e interpretando la situación.

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Kaufman por supuesto, como en cualquiera de sus películas, no oculta las metáforas, ni mucho menos las referencias que hace, es un director que simplemente va dejando pistas a lo largo del filme, pistas que en esta oportunidad deben ser entendidas desde lo emocional, aun así no es tan confusa o al menos deja de serlo cuando se descifra el mensaje oculto.

De lo mejor de Pienso en el final, tenemos las metáforas de Kaufman que, por cierto, en algunos momentos recuerdan a David Lynch y la Mujer Joven, haciendo una crítica a Pauline Kael a quien reclamó no ser tan buena imaginando metáforas.

Para nosotros esta manera de Kaufman no es para nada pretenciosa ni arrogante, sino más bien se siente como algo significativo y natural en sus obras, no es propio de Kaufman citar a alguien porque quiera, son referencias que complementan su narrativa.

Esta película está basada en la novela  I’m Thinking of Ending Things de Iain Reid, y créenos que es una muy buena adaptación de parte de Kaufman, mejor dicho, es Kaufman en todo su esplendor y por eso, te la recomendamos a ojos cerrados, pero no quieras interpretarla, es una película para sentir.